Este museo y el
edificio que lo contiene no deben dejar de verse si se visita Bilbao, tiene una
muy buena colección de cuadros de Picasso y de los impresionistas, lo que menos
me gustó son las obras paranoicas de la artista francesa Louis Bourgoise, el edificio
espectacular y aunque lo haya visto en cien mil fotos y filmaciones nunca te cansas
de admirarlo.
El museo es la
mejor obra de arte tanto exterior como interiormente. La obra es impresionante.
Las colecciones que alberga no están mal pero quedan empequeñecidas por el propio
museo. Buen servicio de audioguias gratuito aunque el precio del museo elevado.
El Museo Guggenheim
Bilbao es obra del arquitecto estadounidense Frank Gehry y representa un magnífico
ejemplo de la arquitectura más vanguardista del siglo XX.
Con 24.000 m2 de
superficie, de los que 11.000 están destinados a espacio expositivo, el edificio
representa un hito arquitectónico por su audaz configuración y su diseño innovador,
conformando un seductor telón de fondo para el arte que en él se exhibe.
En conjunto, el
diseño de Gehry crea una estructura escultórica y espectacular perfectamente integrada
en la trama urbana de Bilbao y su entorno.
El Museo Guggenheim
Bilbao (en euskera, Guggenheim Bilbao Museoa; en inglés, Guggenheim Museum Bilbao)
es un museo de arte contemporáneo diseñado por el arquitecto canadiense Frank O.
Gehry y localizado en Bilbao (País Vasco), España.
Es uno de los museos
pertenecientes a la Fundación Solomon R. Guggenheim.
Fue inaugurado
el 18 de octubre de 1997 por el rey Juan Carlos I de España.
Las negociaciones
para la construcción del museo entre las autoridades públicas de la comunidad autónoma
del País Vasco y los directivos de la Fundación Guggenheim comenzaron en febrero
de 1991.
El acuerdo se firmó
a finales de ese año, seleccionándose el arquitecto y el emplazamiento del edificio
a mediados de 1992.
Desde su inauguración
en 1997, el museo ha recibido una media superior al millón de visitantes anuales,
causando un impacto extraordinario en la economía y la sociedad vasca, impulsando
el turismo en la región y promoviendo la revitalización de múltiples espacios públicos
y privados en la villa, además de mejorar la imagen de la ciudad.
La característica
más llamativa del museo es el innovador edificio en el que se emplaza, constituido
por formas curvilíneas y retorcidas, recubiertas de piedra caliza, cortinas de cristal
y planchas de titanio.
Cuenta con una
superficie total de 24.000 m², de los cuales 10.540 m² están reservados para las
exposiciones, distribuidos en 19 galerías.
Se ubica a orillas
de la ría de Bilbao, en una zona denominada Abandoibarra, junto al puente de La
Salve, que está rodeado por una torre hueca.
El 3 de diciembre
de 2014 el patronato del Museo Guggenheim Bilbao aprobó renovar por otros 20 años
la colaboración con la Fundación Solomon R. Guggenheim de Nueva York, suscrita en
1994 y cuya vigencia vencía el 31 de diciembre
Fue abierto al
público en 1997 y alberga exposiciones de arte de obras pertenecientes a la fundación
Guggenheim y exposiciones itinerantes. Muy pronto el edificio se reveló como uno
de los más espectaculares edificios deconstructivistas.
El diseño del museo
y su construcción siguen el estilo y métodos de Frank Gehry.
Como muchos de
sus trabajos anteriores la estructura principal está radicalmente esculpida siguiendo
contornos casi orgánicos.
El museo afirma
no contener una sola superficie plana en toda su estructura.
Parte del edificio
es cruzado por un puente elevado y el exterior está recubierto por placas de titanio
y por una piedra caliza que fue muy difícil de encontrar (al final se logró encontrar
en Huéscar, Granada) de un color similar a la que se utilizó para construir la Universidad
de Deusto.
El edificio visto
desde el río aparenta tener la forma de un barco rindiendo homenaje a la ciudad
portuaria en la que se inscribe.
Sus paneles brillantes
se asemejan a las escamas de un pez recordándonos las influencias de formas orgánicas
presentes en muchos de los trabajos de Gehry. Visto desde arriba, sin embargo, el
edificio posee la forma de una flor.
Para su diseño
el equipo de Gehry utilizó intensamente simulaciones por ordenador de las estructuras
necesarias para mantener el edificio, consiguiendo unas formas que hubieran sido
imposibles de realizar unas pocas décadas antes.
Mientras que el
museo domina las vistas de la zona desde el nivel del río su aspecto desde el nivel
superior de la calle es mucho más modesto por lo que no desentona con su entorno
de edificios más tradicionales.
Frank Gehry recibió
el pedido de este museo poco después de que su proyecto del Auditorio Walt Disney
fuera cancelado cuando aun solo era una idea. Este hecho hizo que inspirase el Museo
Guggenheim en su auditorio ideado, compartiendo ambos proyectos un planteamiento
muy similar. Las formas blandas presentes en el museo comienzan con el Museo de
Vitra y evolucionaron en otras obras. Gehry realizó docenas de maquetas donde fue
probando las posibles formas del edificio.
Todas ellas están
hechas a mano, y desde julio de 1995 se exponen en la exposición “Peggy Guggenheim”,
situada en un palacete de Venecia. Gehry no trabajó con ordenador, pero sí su equipo,
cuyos miembros digitalizaron las maquetas de su jefe mediante una adaptación de
un programa informático, Catia, de Dassault Systèmes.
La adaptación a
la arquitectura de este programa conllevó enormes gastos, los cuales fueron afrontados
por la Fundación Guggenheim. Dentro del aparente desorden de la envolvente, existe
un patrón que rige la volumetría.
Este es el empleo
en todos sus elementos de la máxima curvatura que soporta el titanio. La Gran Sala,
también llamada Sala del Pez, se extiende hacia el este hasta acercarse con un puente
que atraviesa la ría de Bilbao, el puente de La Salve, una estructura que ya atravesaba
el solar antes de la construcción del museo y a la que éste hubo que adaptarse.
Tras éste hay una torre que parece ser la continuación del museo y tiene el lado
que mira al puente sin revestimiento. Tiene en su interior una gran estructura de
barras metálicas inclinadas que recuerdan a las de Coop Himmelbau.
El museo visto
desde el este se ve más ingrávido que desde otros lugares, y se pueden observar
extraños paralelogramos curvos y torcidos que conforman la sala del pez. Por lo
general, las ventanas del edificio tienen formas más racionales. Gehry es el “rey”
del contrapunto. Este término viene de otras artes, como la música, y consiste en
contrastar cosas muy diferentes colocándolas juntas en el caso de la arquitectura.
Este efecto, como
en casi todas sus obras, lo consigue en el Museo Guggenheim de Bilbao ya que coloca
una serie de bloques con formas rectas y racionales en la zona sur, la que mira
al centro urbano de Bilbao. Las formas de estos edificios contrastan espectacularmente
con los diseños curvos y libres de la parte más famosa del museo. Las fachadas de
los bloques rectos no son metálicas, y sus ventanas son rectangulares. Hay fachadas
moradas y otras con chapado de piedra de color crema. Tras estos bloques hay una
pequeña plaza que conduce a la entrada principal del edificio, y en este espacio
abierto se encuentra la escultura Puppy de Jeff Koons.
Se trata de un
gigantesco perro hecho de flores naturales. Inicialmente constituyó una exposición
temporal, pero finalmente se decidió que fuese permanente. Desde esta plaza el edificio
se ve más grávido y estable que desde el este. Desde esta orientación, a la izquierda
del museo hay unas escaleras exteriores que descienden a una pasarela que transcurre
paralelamente a la cara norte del edificio y entre la ría de Bilbao y un estanque.
Según se baja por
dichas escaleras se pueden observar salientes en los bloques rectos y paredes curvas.
El museo alberga frecuentes exposiciones con obras procedentes de la sede Guggenheim
de Nueva York, así como otras muestras de piezas prestadas por uno o múltiples museos
internacionales. Esta intensa agenda expositiva es paralela a una labor de compra
y exhibición de obras de arte contemporáneo que conforman su propia colección.
El interior del
museo es menos complicado que el exterior pero también tiene elementos curvos. Aunque
en general el interior es muy diáfano, se pueden distinguir tres plantas. La entrada
principal del museo está al final de unas escaleras exteriores que comienzan en
la plaza antes descrita y bajan hasta el nivel de la planta baja.
Sobre las puertas
de la entrada hay una pared acristalada que no cubre nada. Hay una parte de la planta
baja que es sótano y que está cerrada al público. Desde la entrada se accede directamente
al hall, una enorme habitación de 50 metros de altura con una planta en forma de
flor. Da acceso a la Gran Sala, a las que tiene forma de pétalo, a las que son rectangulares
y a la terraza de la marquesina que está en la cara norte.
Esta marquesina
tiene un solo pilar muy alto que da esbeltez a la estructura. Bajo el grueso techo
de la misma hay una estructura metálica que lo sujeta. En el centro del hall hay
un enorme pilar. Además hay ascensores, pasarelas y escaleras que comunican con
las plantas superiores. Las formas interiores del hall no siguen las formas geométricas
y tiene partes recubiertas de piedra y otras acristaladas. La sala más grande del
museo es la Gran Sala, conocida también por el nombre de la sala del pez, por su
forma exterior. Es muy alargada y alberga obras artísticas de enorme tamaño, algunas
de las cuales son temporales y otras permanentes.
Hay salas con la
planta en forma de pétalo. A éstas se accede desde el hall, al igual que la Gran
Sala. En uno de los bloques de formas rectas hay una serie de salas de planta rectangular
dispuestas en fila, es decir, una colocada detrás de otra sin pasillo que las comunique.
En cada planta hay tres salas y para acceder a la última es necesario atravesar
las dos primeras. Casi todas las salas del museo tienen lucernarios que dan una
luz cenital muy interesante.
HORARIOS DE MARTES
A DOMINGO: De 10:00 a 20:00 h Lunes cerrado excepto los días: 4 de enero, 21 y 28
de marzo (Semana Santa), todos los lunes de julio y agosto, 5 y 12 de septiembre,
31 de octubre, 5 y 26 de diciembre.
El Museo permanecerá
cerrado los días 25 de diciembre y 1 de enero.